El Conocimiendo de Dios es la Gloria del Hombre

“Así  dice el Señor: Que no  se gloríe el sabio  de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe de CONOCERME y de COMPRENDER que yo soy el SEÑOR, que actúo en la tierra con amor, con derecho y justicia, pues es lo que a mí me agrada”. (Jeremías 9: 23-24)

I.  De lo único que un ser humano puede alabarse o jactarse en un sentido positivo es de conocer, comprender (entender) a Dios.

Podemos comprender a Dios cuando somos capaces de darle gracias a Dios cuando las cosas no nos salen bien. Ejemplo: Job 1:20-22.

II. El  Señor, a través de Su Palabra, nos dice que los seres humanos somos como la hierba, como los árboles, y todos nuestros logros y triunfos como la flor del campo.  Un día la hierba se va a secar (va a morir) y su fruto se va a marchitar, pero la palabra de nuestro  Dios permanece para siempre.

Isaías 40:6-8    I Pedro 1:24-25.

Cuando muramos nada material nos llevaremos de este mundo, pero sí el conocimiento que hayamos adquirido del SEÑOR nuestro Dios.

III. La grandeza de Dios y la debilidad del hombre

(Isaías 40:12-28)

12 ¿Quién ha medido el océano con la palma de la mano,
o calculado con los dedos la extensión del cielo?
¿Quién ha puesto en una medida
todo el polvo de la tierra,
o ha pesado en balanza
las colinas y montañas?
13 ¿Quién ha corregido al Señor
o quién le ha dado instrucciones?
14 ¿Quién le dio consejos y entendimiento?
¿Quién le enseñó a juzgar con rectitud?
¿Quién le instruyó en la ciencia?
¿Quién le dio lecciones de sabiduría?
15 Para él las naciones son como una gota de agua,
como un grano de polvo en la balanza;
los países del mar valen lo que un grano de arena.w
16 En todo el Líbano no hay animales suficientes
para ofrecerle un holocausto,
ni leña suficiente para el fuego.
17 Todas las naciones no son nada en su presencia;
para él no tienen absolutamente ningún valor.
18 ¿Con quién vais a comparar a Dios?
¿Con qué imagen lo representaréis?
19 Un escultor funde una estatua
y un joyero la recubre de oro
y le hace cadenas de plata.y
20 El que fabrica una estatua
escoge madera que no se pudra,
y busca un hábil artesano
que la afirme, para que no se caiga.
21 ¿Acaso no lo sabíais?
¿No lo habíais oído decir?
¿No os lo contaron desde el principio?
¿No lo habéis comprendido desde la creación del mundo?
22 Dios, que tiene su trono sobre la bóveda que cubre la tierra,
ve a los hombres como si fueran saltamontes.
Él extiende el cielo como un toldo;
lo despliega como una tienda de campaña.a
23 Él convierte en nada a los grandes hombres
y hace desaparecer a los jefes de la tierra.
24 Son como plantas tiernas, recién plantadas,
que apenas han echado raíces en la tierra.
Si Dios sopla sobre ellos, se marchitan,
y el huracán se los lleva como a paja.
25 El Dios Santo pregunta:
“¿Con quién me vais a comparar?
¿Quién puede ser igual a mí?”
26 Levantad los ojos al cielo y mirad:
¿Quién creó todo eso?
El que los distribuye uno por uno
y a todos llama por su nombre.
Tan grande es su poder y su fuerza
que ninguno de ellos falta.
27 Israel, pueblo de Jacob,
¿por qué te quejas? ¿Por qué dices:
“El Señor no se da cuenta de mi situación;
Dios no se interesa por mí”?
28 ¿Acaso no lo sabes? ¿No lo has oído?
El Señor, el Dios eterno,
el creador del mundo entero,
no se fatiga ni se cansa;
su inteligencia es infinita.

IV.  Promesas de Dios

“Él fortalece al cansado y  acrecienta las fuerzas del débil, aún los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos  tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas; correrán y no se fatigarán, caminarán y no  se cansarán”. (Isaías 40: 29-31)

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