¿Realmente Dios tienes el control? ¿O lo he tomado yo?… si lo tienes Dios puedo estar en paz y sin temor, de lo contrario, mi corazón se acelera y desespera…He ahí la pregunta: ¿Quién tiene el control?
Sin embargo, nosotros los hijos de Dios contamos con esa ventaja, DIOS SIEMPRE TIENE EL CONTROL, PORQUE EL SEÑOR JAMAS ABANDONA A LOS QUE LE BUSCAN, A LOS SUYOS, A LOS QUE LE PERTENECEN, A SUS HIJOS. Sin embargo, mientras no cedamos el control a Él, nuestra alma no hallará reposo, San Agustín decía: “Mi alma no halla descanso hasta que reposa en ti”
Tomamos el control y no hallamos descanso porque perdemos la confianza, en Mateo 8: 23 – 26 nos relata un momento dubitativo de los discípulos cuando Jesús estando en la barca y las olas eran tan fuertes que cubrían la barca, los discípulos perdieron la calma, se desesperaron y olvidaron que Jesús mismo aunque estuviese dormido, estaba con ellos, ¿había acaso de que preocuparse?, pero ellos se alarmaron como nos pasa a nosotros cuando vemos que JESÚS SE QUEDA EN SILENCIO ANTE NUESTRAS SUPLICAS, PENSAMOS QUE DUERME. Miremos un poco la reacción de los discípulos y de Jesús y saquemos nuestra propia conclusión: “En esto se desató sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole: -¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo! Él les contestó: -¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes!
Creo que con esta última Palabra, a un buen entendedor pocas palabras bastan.
Dios hoy nuestra plegaria es sencilla: Aumenta nuestra fe para confiar en ti y creer que aunque estés en silencio, tu silencio no implica que no estés allí, sino por el contrario, creamos firmemente que Tu estas obrando en nuestras suplicas y te cedamos el control para que nuestra alma halle descanso en Ti.