Creciendo en Cristo
“Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud”.
Colosenses 2:6 – 7 (NVI).
1. Recibimos a Cristo por fe, ahora debemos vivir por fe (Hebreos 11:6, Hebreos 3:12-13)
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6 VRV
Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Hebreos 3:12-13 VRV
La fe es una palabra que significa confianza. La fe debe tener un objetivo. No tenemos fe en la fe misma, sino en Dios, quien es digno de confianza, y en Su Palabra, cuanto más conozca a Dios, más fe tendrás en Él.
2. ”Arraigados y edificados en Él” (Colosenses 2:7a)
a. “Arraigados”. Echar raíces, permanecer a través del tiempo (Juan 15: 4-7). “Las raíces son los principios no negociables en torno a los cuales construye su vida. Son las actitudes, las convicciones y los compromisos… esos principios que cuando hayan sido completamente adoptados, le conducirán a un éxito auténtico” (Ron Jenson).
b. “Edificados en Él”. La edificación es el proceso mediante el cual el creyente en Jesús establece las bases de su seguridad en Cristo, aprende a relacionarse con la palabra de Dios, establece convicciones, comprometiéndose a vivir para Cristo.
Somos compañeros de trabajo al servicio de Dios, y vosotros sois el campo que Dios trabaja, el edificio que Dios construye. Yo soy el maestro albañil al que Dios permitió poner los fundamentos, y otro es el que está construyendo sobre ellos. Pero cada uno debe tener cuidado de cómo construye, pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto: Jesucristo. (1 Corintios 3: 9-11 DHH).
3. “Confirmados en la fe” (Colosenses 2:7b)
a. El discípulo de Jesús logra revalidar lo aprendido cuando se dispone a dar de lo que ha recibido a otros, convirtiéndose en un discípulo multiplicador.
Tú, hijo mío, saca fuerzas de la gracia que has recibido de Cristo Jesús. Y lo que me has oído decir delante de muchos testigos, encárgaselo a hombres de confianza que sean capaces de enseñárselo a otros.
(2 Timoteo 2:1-2 DHH)
b. Se expresa también en el testimonio personal, manifestando de una manera progresiva el fruto del Espíritu Santo, en el carácter del discípulo de Cristo.
En cambio, el Espíritu da frutos de amor, alegría y paz; de paciencia, amabilidad y bondad; de fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene cosas como estas. (Gálatas 5:22-23 DHH).
c. En el compromiso de servicio dentro de la iglesia local
Ya no seremos como niños, que cambian fácilmente de parecer y son arrastrados por el viento de cualquier nueva enseñanza hasta dejarse engañar por gente astuta que anda por caminos equivocados. Antes bien, diciendo la verdad con amor debemos crecer en todo hacia Cristo, que es la cabeza del cuerpo. Y por Cristo el cuerpo entero se ajusta y se liga bien mediante la unión de todas sus partes; y cuando cada parte funciona bien, todo el cuerpo va creciendo y edificándose en amor. (Efesios 4: 14-16 DHH)
4. Creciendo en Cristo desarrollando una actitud de agradecimiento y contentamiento
…y dando siempre gracias a Dios. (Colosenses 2: 7c DHH)
No améis el dinero. Contentaos con lo que tenéis, porque Dios ha dicho: “Nunca te dejaré ni te abandonaré.” (Hebreos 13:5 DHH)
Aplicación
Crecer en Cristo implica un nacimiento y un constante desarrollo que requiere dependencia del Espíritu Santo, de la Palabra de Dios, permanencia en el tiempo y compromiso. Te motivamos a involucrarte en los diferentes niveles de capacitación que ofrece CENFOL y así seguir creciendo en Cristo.